Aventura sueca (y 2)

Pues bien, al día siguiente nos despertamos más o menos pronto para ir a la Embajada, no se si estais enterados del asunto; la Embajada Española daba un almuerzo para los estudiantes Erasmus de Suecia, sólo teniamos que poner nuestra dirección en el Facebook, en un grupo de estudiantes de Estocolmo y esperar a que el asunto colara, también tuvimos que decir en que universidad de Suecia estudiabamos y todo el tema; una vez llegados al lugar marcado por la bandera rojigualda nos pusimos en la cola en la que nos revisaban que estuvieramos en la lista, digamos que era el momento más crítico, colocamos a Isa en primer lugar y una vez ella pasó todo fue coser y cantar, y traspasamos la ferrea seguridad de la frontera sueco-española... Una vez dentro nos pusimos a comer todo lo que pudimos y a beber un poquitín, la comida era escasa y regulera con meritorias excepciones y en cuanto a la bebida me dediqué de lleno a la cerveza, que no era ninguna maravilla, se echaron en falta productos patrios como el jamón, las tortillas de patatas y el tintorro, pero bueno la verdad es que por lo que habíamos pagado, el asunto no nos salía del todo mal. Otro momento crítico de la operación fue cuando el embajador me interrogó para saber de que grupo éramos, menos mal que Pablo estuvo allí para darme apoyo logístico.

Con el embajador segundos después de salir airoso de su interrogatorio.

Cara que se nos quedó después de las preguntas del espía-embajador.

Directamente al salir de la embajada nosotros 4 nos fuimos al puerto de la Viking, Pablo nos había dicho que era un barquito que escasamente superaba las medidas del R5 de Vicente, cuando las niñas estaban a punto de decidir que mejor nos quedabamos en el bus que montarnos en el barco, se apareció ante nuestros asombrados ojos, lujoso cual Titanic (esperabamos que más seguro), el auténtico "Cinderella". Cuando nos subimos nos fuimos a los camarotes, estos no eran tan lujosos, debían ser más bien como donde dormía el personaje de DiCaprio, nos pegamos una siestecita de unas horas y nos fuimos a conocer el barco y a cenar un poquito, la cena barata era muy mala y la buena muy cara así que claramente nos decidimos por los asquerosos bocatas, una vez saciados, nos fuimos al otro camarote, donde estaban Ricardo, Mª Elena, Agustí y Bárbara, a hacer un botellón, cuando ya estábamos entonados nos fuimos a la discoteca y a partir de ahi todo fue un poco extraño, el caso es que cuando me iba para la cama me tocó el camarote que no era el mio porque en el mio se habían fabricado una barricada para evitar mi entrada y que para más inri mi nuevo camarote había sido escenario de la "Operación Sniper Pota" (Agustí había potado casi toda la superficie), cosa que no notamos hasta el día siguiente.Os habreís dado cuenta de que la noche de la Viking no la cuento muy profundamente, quien estuvo allí sabe como fue y quien no, debería haber ido.


Cuando llegamos nos dormimos una siesta, después hicimos una empanada muy buena para cenar y unos cuantos nos fuimos a ver una barbacoa que había en la playa, estuvimos un ratito allí sentados y nos volvimos para casa (no fue el día mas provechoso de mi vida).
Por fin llegó día que todos esperabamos, el día que iríamos al Museo Vasa (link), este museo es toda una obra de arte, especialmente por dos cosas, un video brutal del que no diré nada porque sé que tengo lectores a los que no le gustan los spoiler y la zona sobre las influencias mitológicas en las que se basó el rey Gustavo Adolfo II de Suecia (1524-1623) para decorar el barco, en esta zona puede verse lo siguiente:


Simplemente brutal...
Y aquí acaba mi crónica de mi segundo viaje a la capital sueca, agradecer a las dos bellísimas acompañantes y a Pablo por su maravillosa acogida.
Sé que algunos esperabais alguna mención a la "Operación Pivote" pero sabéis que no puedo hacerla. (Cualquier mención a la misma sera duramente censurada).